Somos fans de Yllana y una de las cosas que más nos gustan es que sus espectáculos de humor gestual tienen siempre varios niveles de comprensión. Vas con niños y ellos entienden unas cosas y tú, además, otras. Hay risas naturales con los niños y otras cómplices con los adultos, todo dentro de la misma escena, del mismo gag. Hay que saber hilar muy fino y destilar muy depurado el humor para llegar a esa perfección, habitual por otro lado en el grupo.

En el teatro Alfil, de Madrid, siempre hay alguna en cartel, pero, si no vives en Madrid, te recomiendo que te hagas fan de su página en Facebook y así estarás al tanto de sus giras por toda España.

Bueno, pues eso, en Buuu!, no lo es tanto. Se trata de un espectáculo que se sale de las reglas del juego estrictas del humor gestual, porque no sólo hay onomatopeyas y pseudopalabras: hay un narrador, que habla y mucho, que guía la obra con su hilo conductor, que resume escenas y que, acostumbrados a lo de siempre de Yllana, no nos gustó demasiado. Que exista un narrador queremos decir, porque el actor que lo encarna (bueno, que mueve maravillosamente un esqueleto-marioneta y que le pone voz) se merece el más largo de los aplausos, la más sonora de las ovaciones. El trío de actores, como siempre, geniales (algo soso el Frankestein, pero es lo que toca, sigue el guión…).

Buuu! es una obra de teatro con mucho gesto, pero muy parecida a otras obras de teatro para niños con padres, y algo falta de la sorpresa que siempre te aguarda con Yllana; abusa mucho de la risa fácil a base de golpes y batacazos; se queda sin ritmo en algunos momentos. Como elemento novedoso, cuenta con una buena dosis de magia —aunque no esperen nada del tipo La Cripta Mágica—.

Fuimos con una amiga y su hijo, que no habían visto ninguna otra cosa de Yllana, y salieron tan contentos. Quizás sea ése el secreto: tomar Buuu! como base para seguir viendo otras cosas suyas; así la admiración irá in crescendo y no al contrario.

El grupo Yllana tiene varios espectáculos dedicados al público familiar (los mayores nos lo pasamos igual o aún mejor que los críos): Splash,Olimplaff, Zoo y Buuu! Cualquiera de ellos es recomendable por su originalidad, por su humor sin palabras (te puedes llevar a amigos extranjeros, no problem), por su variedad… por todo.

Por si no conocéis a Yllana, os puedo decir que en origen era un trío de actores cómicos que hicieron de la mímica y de unas pocas onomatopeyas todo un lenguaje personalísimoy divertido. Han creado muchos espectáculos, algunos más para adultos y otros para un público totalmente familiar. Con el tiempo, han hecho escuela y ahora producen esos mismos espectáculos, pero los hacen otros actores (¡igual de buenos que los originales!). Como la base de todo es esa comunicación tan especial y el fantástico sentido del humor que tienen, el éxito sigue estando asegurado. En Madrid siempre actúan en el teatro Alfil, aunque también lo han hecho en el Parque de Atracciones.

Las entradas cuestan 15 euros (al menos en Madrid), aunque, como las reservamos previamente por teléfono, nos salieron por 16 (te cobran 1 euro de suplemento por entrada). Todas las entradas cuestan lo mismo y, eso sí, no son numeradas, así que, para conseguir un buen sitio, lo mejor es que, mientras uno se pone en la cola de la taquilla, los demás se pongan en la cola para entrar.

Por cierto, la consideración de qué sitio es mejor, depende de lo involucrado que uno quiera estar en el espectáculo: los protagonistas de Splash te hacen guiños, se meten contigo, te salpican, saltan por el patio de butacas, te arrojan objetos en una singular guerra final…. Y, cuanto más cerca estés del escenario y cuanto más centrada está tu butaca, pues más probabilidades tienes de que convertirte en coprotagonista de sus bromas. Para los niños, cuanto más cerca, mejor.

Aquí tenéis un aperitivo: