Los disfraces de Halloween tienen la ventaja de que permiten tanto comprarte uno como crearlo a base de reciclar ropa que ya no uses o algún elemento original como fieltros, restos de telas… lo que quieras. Si se os da bien coser, o a tus peques, podéis, incluso, confeccionar un disfraz o «retocar» prendas viejas que hemos encontrado en el cambio de armario para darles ese toque tétrico…

Si este año preferís comprar un disfraz, atentos a las recomendaciones de las asociaciones de consumidores para que estos disfraces sean seguros (encontrarás muchos consejos si buscas en la web, pero el sentido común es siempre lo más recomendable).

Si optas por un disfraz de reciclaje, con ropa vieja que puedas encontrar por casa, deberás buscar prendas de color negro, marrón, gris, blanco… colores neutros o directamente fúnebres, que es lo que le va a esta fiesta. Lo primero es tener una buena idea (en este enlace podéis ver 13 ideas de disfraces para Halloween).

Pero, además, en este post os damos pista para conseguir un disfraz barato.

Comprar un disfraz en tiendas ‘low cost’

Las antiguas tiendas de todo a cien, ese tipo de negocios que hoy está regido mayoritariamente por ciudadanos de origen chino y en algunas zonas de España por pakistaníes o indios, son la alternativa más barata cuando queremos comprar un disfraz ya hecho y acompañado de sus accesorios más básicos.

Hemos visitado unas cuantas tiendas de chinos para hacernos idea del precio medio y hemos comprobado que por menos muy poco dinero hay disfraces bastante chulos para niños pequeños: de calabaza, de esqueleto, de diablo… Para adolescentes o para adultos el precio sube un poco. Aquí tenemos las opciones “normales” (diablos, dráculas, brujas…). En estas tiendas encuentras además muchos complementos que añadir a tu disfraz según tus preferencias y tu presupuesto: uñas, dedos sangrientos, pelucas, máscaras, etcétera.

Comprar un disfraz en un supermercado

La «ofensiva Halloween» de Lidl incluye disfraces para niños por muy poco dinero y para adultos por precios más que aceptables.

Reciclar ropa vieja

La opción de reciclar ropa vieja da también muy buenos resultados, con la ventaja añadida de que siempre será más original, porque no os encontraréis con otro disfraz igual en la fiesta.

Yo me suelo disfrazar de bruja con unos viejos pantalones negros, unos zapatos negros de tacón en punta que hace siglos que no me pongo, una túnica estampada en blanco y negro de hombreras que se me despeluchó por el bajo tras un lavado…

Sobre eso me pongo un sombrero de bruja (de venta en un chino por menos de 2 euros) y el maquillaje hace el resto. Podéis mirar en las fotos si la cosa os convence.

Disfraz de zombie

El disfraz de zombie también es relativamente fácil a base de ropa reciclada: pantalones, camiseta, jersey o similar. Eso sí, hay que hacerlos jirones: cortad con una tijera las mangas, de manera irregular y haciendo que algunos trozos queden colgando.

Hacedles agujeros en la pechera o en un lado. Manchad los bordes con color rojo (una cera o un pintalabios valen), mejor si tira a granate (para que parezca sangre corrompida…). En este caso, el maquillaje es muy importante. Tonos marrones, manchas grisáceas o negras… Para las zonas de “carne podrida” hay una masilla especial que queda de lo más aparente, pero se puede improvisar mezclando papel higiénico con agua y cola, haciendo una masilla y aplicándola sobre la cara con forma de pústula o lo que se quiera. Una vez seco, se pinta con tempera y listo.

Disfraz de fantasma

Este es un clásico para el que no hace falta mucha explicación. Una sábana vieja, un par de agujeros para los ojos y… listo. Este formato de disfraz de fantasma está bien para las fotos, pero luego no permite disfrutar de la fiesta, porque vas siempre cubierto. Una variante mucho mejor es coger la misma sábana, hacerle un agujero para la cabeza y dos cortes laterales para las manos y luego pintar la cara de blanco y maquillar toda la zona de los ojos de negro. Unos toques de blanco en el pelo, y listo el fantasma.

Disfraz de calabaza

Un disfraz realmente barato (ideal también para los que no quieren disfrazarse) es el de calabaza. Sólo tienes que tener una camiseta o un jersey naranja. Si lo puedes combinar con unos pantalones verdes o caquis, mejor (si no, tampoco pasa nada).

El aspecto de calabaza de Halloween se lo damos recortando unos trozos de cartulina blanca como si fueran los ojos y la boca de una típica calabaza naranja. Se lo podemos coser al jersey con un par de puntadas o, mejor aún, utilizar en lugar de cartulina un trozo de aironfix blanco (vinilo autoadhesivo). Mi hermano Pepe, que odia disfrazarse, apareció así en la última fiesta de Halloween que hicimos en casa y a todos nos gustó muchísimo.

Fotos: ideas de disfraces para Halloween

En esta galería de fotos puedes tomar ideas para disfrazarte tú… y a tus peques por poco dinero:

Si tienes ideas de disfraces baratos para Halloween, déjanos un comentario contándonoslo y lo probaremos 😉