Avilés es una preciosa ciudad asturiana, con el tamaño justo para visitarla bien en un día. Aunque mucha gente tiene una imagen de Avilés como la de una ciudad industrial venida a menos, hoy en día ese tópico está muy lejos de la realidad. Avilés ha recuperado su ría, ha saneado el puerto, ha limpiado su centro histórico y se ha hecho un hueco en el imaginario mundial con la construcción del Centro Niemeyer, que, como ocurre con el Museo Guggenhein en Bilbao, ha atraído a Avilés a muchos viajeros anónimos y famosos.

Si preaparas un viaje en familia por Asturias, no dejéis de lado una visita a Avilés con vuestros niños. Merece la pena. En la Oficina de Turismo (C/ Ruíz Gómez, 21, pero la encontraréis con facilidad, está muy bien indicada) que se encuentra muy cerca del centro os informarán de los principales lugares para ver y visitar en Avilés.

Paseo por el casco histórico medieval de Avilés

Las calles del centro de Avilés son casi todas peatonales y están llenas de soportales, pavimentadas con piedras de diverso color, llenas de un encanto especial con sus casonas, sus tiendas tradicionales y sus palacios históricos. Nos os perdáis la plaza del Ayuntamiento, respirad a fondo el ambiente de la calle Galiana (la que tiene el soportal más largo) y no dejéis de escuchar cómo habla la gente de esta zona, con su acento entrañable, sus giros de asturiano, su sorna habitual. No creas que están ante un barrio medieval más: éste ha sido declarado Conjunto Histórico Artístico y en la Oficina de Turismo organizan visitas guiadas de una hora, aproximadamente, de duración en las que los niños son bienvenidos (para ellos son gratis si tienen menos de 11 años; si no, 3 euros, como las de los adultos).

La iglesia de los Padres Franciscanos preside una plaza llena de sabor en la que podéis descansar y dejar que los niños correteen. Mejor aún es que os dejéis seducir por alguno de los múltiples locales (sidrerías, tabernas, chigres…) que te ofrecen una bebida y una tapa con la que reponer fuerzas.

Centro cultural Niemeyer

Visible casi desde cualquier punto de Avilés, el contraste de sus formas en comparación con las de la ciudad es tan fuerte que eso redobla el atractivo tanto de esta construcción vanguardista como del propio casco histórico medieval avilesino. Es un gran centro multicultural cuyo principal atractivo es su propia arquitectura, creada por el brasileño Oscar Niemeyer, autor también de los modernísimos edificios de la ciudad de Brasilia. En este enlace puedes acceder a toda la información sobre el Centro Niemeyer de Avilés.

Ruta de la Ría de Avilés

Esta zona de la ciudad ha sido recuperada en los últimos tiempos y ahora es un bello estuario por el que es un placer pasear. Caminando por sus orillas, tendrás unas originales perspectivas de las formas de los edificios del Centro Niemeyer.

La Rula de Avilés

En una población de clara vocación marinera, como Avilés, la rula viene a ser como una lonja en la que se subasta el pescado recién traído al puerto. A los niños les suele fascinar la observación de ese protocolo, a veces incomprensible, de pujas que van subiendo hasta que un lote de pescado, casi sin que te des cuenta, acabe adjudicado a uno de los postores. Hay visitas guiadas gratuitas, pero tendrás que reservarlas en la Oficina de Turismo de Avilés.

Museo de la Historia Urbana de Avilés

Situado también en el casco histórico, el Museo de la Historia Urbana de Avilés recorre las diversas etapas en la construcción de la ciudad, desde la época medieval hasta nuestros días (se ve rapidito y ayuda a dar contexto al resto de los monumentos, de manera que luego se entienden mejor).

Cementerio de La Carriona

Ahora que se han puesto tan de moda este tipo de visitas turísticas, hasta los niños las disfrutan (será porque les recuerda a Halloween…). En las villas marineras, los cementerios tienen fama de tener las mejores vistas. El de la Carriona data de 1890 y es un conjunto de elementos esculturales y arquitectónicos que nos hablan de la gente, de la sociedad y de las costumbres de otras épocas sobre la vida y la muerte. Tiene un centro de interpretación en el que te dan un plano para que puedas recórrelo fijándote en las tumbas más interesantes por una razón u otra.

Mirador de la Ermita de la Luz

Como su nombre indica, es un sitio magnífico para disfrutar de sus espléndidas vistas sobre la ría y sobre el conjunto natural y arquitectónico-artístico que la rodea.

Playas de Avilés

No os olvidéis de disfrutar de las playas avilesinas. Lugares como el Playón de Bayas (la playa más larga de Asturias, con 3 km de longitud), la Playa de Santa María del Mar, la de Salinas o la de Xagó se encuentran en las inmediaciones de Avilés y ofrecen su belleza y su paz frente a las aguas del Cantábrico.

Fotos de Avilés

En esta galería de fotos podéis ver algunas imágenes de esta ciudad asturiana y descubrir algunos rincones que pasear en vuestra visita:

Gastronomía asturiana y avilesina

La gastronomía avilesina tiene mucho que ver con su origen marinero: marisco, los potes, fabadas, oricios y postres típicos como el bollu (bizcocho de varios pisos que los padrinos regalan a los ahijados en Pascua), les casadielles o los frixuelos (típicos del carnaval) están para chuparse los dedos. Los mayores, además podemos disfrutar de una buena y refrescante sidra.