Visita a las Cuevas del Águila, en Arenas de San Pedro

Descubrimos las grutas del Águila, en Arenas de San Pedro, con peques — Descubrimos las Grutas del Águila, en Arenas de San Pedro, con peques

Las Cuevas o Grutas del Águila se encuentran muy cerca de Arenas de San Pedro, en el sur de la provincia de Ávila. Para lo espectaculares que son y lo cerca que están de Madrid (unos 160 km, algo menos de dos horas en coche), no son demasiado conocidas. Se pueden visitar en un día o aprovechar un fin de semana y hacerse un recorrido más largo (visitando el Museo de las Abejas de Poyales del Hoyo, por ejemplo).

Si tienes sólo un día, puedes visitar las cuevas y conocer el pueblo de Arenas de San Pedro. Si ya cuentas con más tiempo, no lo dudes, sigue hasta Plasencia y sube por el Valle del Jerte. Nosotros hicimos el plan de un día, con nuestros tres hijos y unos amigos. Os lo aconsejamos, es un plan ideal para familias, los niños no se cansan y aprenden una barbaridad de la Naturaleza, la que está bajo tierra, con estas fantásticas Cuevas del Águila, y la que es vital para nuestra supervivencia (con el magnífico espacio de la Abejas del Valle).

Más abajo os indicamos el emplazamiento preciso de las Grutas del Águila y los horarios de acceso. Esto es importante, porque son visitas guiadas y en grupo (en nuestro caso éramos como unas 20 personas entre adultos y niños) y tenéis que planificarlo para no llegar, por ejemplo, en el cierre de mediodía. Junto a las cuevas hay un restaurante, así que siempre os podéis tomar algo hasta que abran.

El entorno es muy bonito (es el valle del Tiétar) y para acceder a la boca de la Cueva del Águila tienes que subir un pequeño y empinado camino. Arriba están las taquillas, tienes que comprar las entradas y esperar a que se forme el grupo y el guía os avise para ir entrando.

Las Grutas del Águila son una preciosidad y, además, en realidad es sólo una cueva, no varias salas, sino una enorme, de gran altura, por la que han construido un caminito de cemento con barandillas a los lados para poder disfrutar de su kilómetro de longitud con toda comodidad. No es peligrosa ni tiene estalactitas bajas con las que te puedas dar un golpe en la cabeza, como sí ocurre en alguna otra gruta. Que el guía te explique bien esta maravilla de la Naturaleza es ya un poco cuestión de suerte (de hecho, si leéis opiniones de las Grutas del Águila, ya veréis que las únicas quejas son el precio de la entrada, que a algunos visitantes les parece excesivo, y las escasas explicaciones del guía, que depende del que te toque ese día, claro).

Sierra de Gredos desde las Cuevas del Aguila

Durante nuestra visita, el guía se centró sobre todo en mostrarnos los mil parecidos entre las estalactitas y estalagmitas y animales, vírgenes, partes del cuerpo humano… Que si aquello es el búho, que si esto es la mano, que si más allá se puede ver la Virgen del Pilar… En fin, cada cual saca sus parecidos.

Lo más interesante de estas cuevas son sus esbeltas columnas, las cortinas hechas por el agua con caliza y sales minerales (hay sobre todo una casi rosada y translúcida que no os podéis perder). Hay también las famosas estalactitas exocéntricas, que crecen hacia los lados, no hacia abajo, como es lo normal. De estas hay muchas en otra cueva española, la Cueva del Soplao, en Cantabria. A lo largo de todo el recorrido, que dura casi tres cuartos de hora, el agua rezuma del techo, se oyen las gotas caer, se imagina el silencio de milenios generando estas colosales formaciones. Algunas están rotas, dicen que a causa de terremotos. Uno se siente pequeño en esta gran sala de 10.000 m2 y 12 millones de años de antigüedad. Y pensar que todo empezó con unos chavales cazando…

Fotos de las formaciones en las Cuevas del Águila

En esta galería de fotos podéis ver algunas instantáneas de nuestra ruta por las Cuevas del Águila y su entorno:

Así se descubrieron las Grutas del Águila

Cuevas del Águila, en Arenas de San Pedro

Fue exactamente el 24 de diciembre de 1.963, cuando cinco chicos que cazaban por allí se dieron cuenta de que había un agujero en la tierra del que salía vapor, un vaho que, al acercarse, vieron escaparse por un hueco no muy grande, como de unos 60 cm de diámetro y… allí que se metieron. El vaho se debía a la diferencia de temperatura entre el interior de la cueva (a unos 20 ºC) y el exterior, que en Ávila el día de Nochebuena tenía que ser grande. Su curiosidad les dio un susto, porque entraron y se quedaron asombrados por lo que encontraron, pero, claro, luego ya no les fue tan fácil salir. Tardaron unas cinco horas, al cabo de las cuales fueron corriendo a contar a todos su descubrimiento.

Las Grutas del Águila abrieron al público el 18 de julio de 1.964, apenas unos meses después, dejando que los seres humanos podamos contemplar lo que la Naturaleza pacientemente tardó milenios en preparar. No os perdáis este curioso vídeo que habla de esos orígenes de esta gruta tan singular:

Dónde están las Cuevas del Águila

Las Grutas del Águila están a 9 km de la localidad de Arenas de San Pedro, en Ávila, y a 4 km de la pedanía de Ramacastañas, en pleno Valle del Tiétar y al sur de la Sierra de Gredos.