Hoy os sugerimos un plan con niños genial, en el que os reiréis y lo pasaréis bomba. Safari Madrid es como un trocito de África en Aldea del Fresno, un precioso pueblo a una hora de la capital y en el que, además de este simpático y divertido safari, podréis, por ejemplo, disfrutar del entorno de la playa del río Alberche.

Somos fans de los parques con animales en semilibertad y Cabárceno, en Cantabria, es uno de nuestros favoritos, pero el Bioparc de Valencia también nos parece espectacular. Pensábamos que, después de estar allí, ningún parque de ese estilo nos iba a sorprender, pero… nos equivocábamos.

Así es Safari Madrid

Safari Madrid se llamaba antes Safari El Rincón, porque se encuentra en la finca que lleva ese nombre. Tiene ya un largo recorrido, porque se creó en los años ’70, fundado por los hermanos Falcó (los marqueses de Cubas y de Griñón).

El proyecto de creación de un área natural con animales en semilibertad resultaba tan atractivo que hasta un naturalista de prestigio se involucró en él: sí, el mismísimo Félix Rodríguez de la Fuente colaboró en la promoción de Safari El Rincón entre 1.978 y 1.979 y, cuando murió, allí se trasladaron muchos de los lobos con los que él había estado trabajando.

Hoy, este espacio se llama Safari Madrid y, en realidad, tiene como dos partes: una más tipo parque, con un minizoo, un gran cercado con cabritas, una exhibición de aves rapaces, un reptilario, un karting, una piscina, un tobogán gigante, paseos en pony y en dromedario…; la segunda es un itinerario que sólo se puede realizar en coche, con un tercio de las ventanillas bajadas en una parte del recorrido y con ellas totalmente cerradas en otra, porque diversas especies de animales salvajes viven en semilibertad.

La segunda parte, el verdadero safari, es una experiencia increíble: los animales más curiosos (llamas, vicuñas, ciervos, dromedarios…) se acercan; si les das zanahorias (puedes comprar una bolsa grande por dos euros en la entrada), se acercan suavemente a comerlas. Te vas a reír mucho, pero no te vas a librar de que, de paso, te laman las ventanillas y te las pongan perdidas de saliva (es parte de las risas y de la diversión, claro).

Los animales más grandes y peligrosos (leones, tigres, elefantes, osos) y los monos no se acercan, los ves de lejos (llevaos un par de prismáticos si tenéis por casa), aunque estuvimos la ladito del gran rinoceronte, que da un poco de “miedito”, pero que pasó olímpicamente de nosotros.

El paisaje en el que se encuentra enclavado este gran parque con animales sueltos es de tipo mediterráneo: monte con encimas y arbustos, ahora enriquecido con otras especies vegetales. Es muy amplio y en ningún momento los animales parecen tristes ni “encerrados” (aunque es verdad que hay un minizoo, las jaulas son muy amplias y están integradas en el entorno con rocas, césped, árboles y hasta un riachuelo tranquilo que atraviesa las instalaciones).

Qué animales se pueden ver

En cada zona de las que os hemos descrito hay animales diferentes. Es importante saber que son animales procedentes de rescates del tráfico ilegal, otros que van a ser reintegrados en la naturaleza y otros que nunca podrán volver a su hábitat, pero que allí llevan una vida tranquila y protegida.

En el minizoo podréis ver tigres de Bengala, pumas, jaguares, linces, puercoespines, monos… También rapaces como águilas o el famoso cóndor de los Andes, que un par de veces al día realizan un estupendo espectáculo de exhibición (lo creó Rodríguez de la Fuente y fue el primero de este tipo en España). A la salida de este zoo hay una gran cerca con avestruces (que también adoran las zanahorias, por cierto).

La zona preferida de los niños está cerca de allí, es el cercado de “los mansos”, en el que los niños pueden entrar para acariciar y jugar con un montón de cabritillas que se dejan querer.

El reptilario está también muy bien montado, con cariño y respeto por los animales. Es una instalación cubierta, pero fuera hay una gran charca con cocodrilos y caimanes… Dentro, camaleones, serpientes, lagartos, iguanas…

Finalmente llega la zona de animales en semilibertad, cuyo acceso está lleno de carteles para que los visitantes sean conscientes de que no deben salir del coche bajo ninguna circunstancia, que las ventanillas deben estar cerradas (en la zona de herbívoros las puedes bajar un poco si quieres darles de comer) y que, si se te para el coche, toques el claxon para que vayan a rescatarte.

Con esas instrucciones te mueves entre cebras, dromedarios, bisontes, hipopótamos, osos, rinocerontes, ciervos, llamas, tigres, leones, jirafas, elefantes… Tienes que circular muy despacito (son ellos los que tienen la prioridad) y, a veces, pararte, porque pueden quedarse en mitad de la carreterilla y tú debes esperar pacientemente. Mejor, porque así puedes observarlos mejor, protegido tras la chapa de tu coche, claro.

Los que se ven más lejos son los leones y tigres. Los leones están sesteando en manada, sin inmutarse del tráfico rodado –lento y tan silencioso como es posible– que los rodea.

Si planeas un fin de semana en la campital para visitar este Safari, puedes contratar, también, un tour panorámico por Madrid, y aunar turismo de la naturaleza y urbano en un mismo viaje 🙂

Dónde comer en Safari Madrid

Este lugar está muy pensado para familias, así que hay servicios, lugares para lavarse, cambiadores de bebé y, para la hora de comer, varias posibilidades: restaurantes en el mismo parque, zonas de picnic… En los alrededores, si lo preferís, hay también otras opciones.

Aparcar en la zona previa al itinerario con animales sueltos no es difícil. Sencillamente llegas y te paras junto a algún árbol. Hay que tener, como siempre, cuidado con los niños, porque los coches deben ir despacio, pero la gente va despistada mirando y es mejor que los críos estén controlados, ya sabéis.

Fotos de nuestra ruta por el Safari Madrid

Mirad nuestra galería de fotos, hasta esas imágenes desprenden diversión 🙂 Tened en cuenta, no obstante, que nosotros visitamos el Safari Madrid antes del coronavirus, y puede que las zonas y las condiciones de visita hayan cambiado ahora, en tiempos de coronavirus…

Vídeo: un paseo rápido por Safari Madrid

En este vídeo promocional realizado por el propio parque os podéis hacer idea de cómo es este espacio.

Dónde está Safari Madrid

Safari Madrid está junto a Aldea del Fresno, en la zona de la sierra oeste madrileña (cerca también de San Martín de Valdeiglesias. El río Alberche está cerca, es una zona paisajística preciosa y en la que se pueden hacer un montón de planes con niños.

Horarios y precios de las entradas

Safari Madrid abre de 10:30 a 19:00 horas. Las entradas cuestan 21 euros para adultos y 17 para los niños. Para familias numerosas, los adultos pagan 19 y los niños, 15. Los mayores de 65 años pagan 17 euros. De todos modos, como estos datos pueden variar según la época del año, es mejor que os aseguréis consultando en su web los horarios y precios de Safari Madrid.