Hay maquillajes de Halloween que te alucinan por lo complejos que son, lo bien que representan la carne de zombi o la sangre… hay auténticos profesionales en esto del maquillaje terrorífico.

Nosotros, como nuestra fiesta es en plan familiar, hacemos maquillajes más de andar por casa, pero que son resultones, la verdad. Siempre, claro, tienen que ir en consonancia con el disfraz de Halloween que hayáis elegido.

En este post os damos tres ideas de maquillajes de Halloween para niños que no por ser los típicos son menos apropiados 😉 En otros posts os damos algunos consejos, en vídeo, para aplicar maquillajes para disfraces y para eliminar el maquillaje de un disfraz cuando la fiesta haya terminado 😉

Maquillaje de vampiro

Lo primero es aplicar en la piel de la cara un poco de crema hidratante (sin pasarse, además a los niños lo de las cremas les suele repeler…). Luego coge un poco de gomina y alisa hacia atrás el pelo hasta dejárselo en plan relamido, bien aplastado, y pásale un peine para que quede aparente.

Después, pinta en la frente con una barra de maquillaje negro o un lápiz de ojos de ese color, un triángulo que simule el nacimiento del pelo. A continuación, pinta varias rayas en la cara con la barra de maquillaje blanco y extiende hasta conseguir que la tez del niño se vea muy pálida. Extiende también un poco en los labios.

Para el siguiente paso coge una sombra de ojos morada o lila (si no tienes, en los chinos las venden hiperbaratas), preferiblemente mate, y con un pincel extiende la formando una gran ojera (el tamaño va en gustos), un poco más oscura en la zona más cercana a la nariz. Aplica después una barra de labios morada (de venta en chinos igualmente) o una roja, eso también va en gustos, para los labios.

Yo prefiero la morada, porque así puedo pintarle mejor los colmillos, justo en las comisuras de los labios, con un lápiz de ojos negro y luego pintado de blanco por dentro.

En la punta del colmillo, una manchita roja, como si fuera sangre y, si queréis un par de gotas más sobre un lado de la barbilla. Para completar el maquillaje, dos puntitos rojos en el cuello, que por algo este niño se ha convertido en vampiro…

Maquillaje de bruja

Como siempre, empieza por aplicar en la piel un poco de crema hidratante. Luego haz varias líneas blancas en la cara y extiende para conseguir el tono pálido de fondo.

Las ojeras son necesarias también: como antes, sombra de ojos morada, formando una ojera más marcada en la zona cercana a la nariz. Labios tirando a cárdenos y, en este caso, alguna mancha marrón o negra simulando un lunar.

Hay narices falsas que quedan muy bien, aunque son algo molestas de llevar mucho tiempo, nosotros a los niños no se las ponemos, o muy poco tiempo, para las fotos. El pelo se marca también con líneas blancas, esta vez sin extender, para que parezcan mechones blancos. Un buen sombrero en punta completa el conjunto, que queda la mar de convincente…

Maquillaje de fantasma

Crema hidratante y después, líneas blancas, esta vez para que toda la cara, salvo un rectángulo en torno a los ojos, aparezca lo más blanca posible. Aquí hay muchos niños que no aguantan una cantidad excesiva de maquillaje, paciencia.

El pelo puede ir en formato vampiro, peinado hacia atrás y con gomina, o alborotado e incluso con mechones blancos, como guste más. Luego se coge la barra de maquillaje negro y se extiende formando un rectángulo irregular alrededor de los ojos. Este maquillaje permite que el disfraz de fantasma no tenga que ser con la sábana tapando la cabeza, sino del cuello para abajo.

Fotos: ideas para maquillajes de Halloween

En la siguiente galería de fotos os dejamos algunas ideas más para maquillajes de Halloween; con los pasos básicos que te hemos dado para los tres maquillajes anteriores podrás reproducirlos sin problemas:

Dónde comprar barras de maquillaje

En Lidl suelen tener sets de maquillaje para estos casos. Si preferís comprar barras individuales, en los bazares de «todo a un euro» suelen tener. Aprovechad siempre el maquillaje habitual de las mamás (siempre hay barras de labios o sombras de ojos que apenas se usan y que son muy aprovechables para estos casos).