Collioure es una población costera francesa, junto al Mediterráneo, a menos de 30 km de la frontera con España. Perteneciente al departamento de Pirineos Orientales, y a ella llegó en 1939 Antonio Machado con su madre y con su hermano… y allí murió unos días más tarde.

Aprovechando un viaje familiar por el sur de Francia hace unos años, antes del coronavirus, visitamos Collioure sólo porque queríamos que nuestros hijos conociesen la historia de Machado y que, en familia, hiciéramos un pequeño homenaje a este gran poeta español que sigue reposando allí, en Francia, cuando tanto amó a España, a su tierra natal, Sevilla, y las tierras en las que trabajó y se enamoró, como Soria, Segovia o Madrid.

Nuestros hijos estudiaban en el Instituto Cervantes de Madrid, en la glorieta de Embajadores, donde Antonio Machado fue profesor de francés y donde la dirección del centro expone en una vitrina, como oro en paño, algunos documentos firmados por el poeta en sus tiempos de profesor. Conocen a Machado por sus estudios, por su instituto, porque han oído una parte de sus poemas musicados por Serrat. Nos pareció, por eso, buena idea hacer esa parada y visitar su tumba.

Por el camino, recordamos su figura y algunos poemas conocidos (si no te los sabes de memoria, tira de internet, el de los niños que se aburren con las moscas en la escuela tiene mucho éxito entre los chavales). Planteamos además la visita a Collioure como una oportunidad para conocer este pueblecito, en el que, según dicen, nunca hace nublado porque la Tramontana se lleva las nubes.

Aparcamos en una calle algo alejada del centro y fuimos paseando hacia el puerto. Deambular mirando los edificios es divertido, porque descubres muchas cosas. En Collioure estuvieron muchos artistas, que apreciaban la luz mediterránea que lo invade todo: Matisse, el propio Picasso…

En el monte cercano se ve el Fuerte de Saint Elme, allá en lo alto, y a su derecha, algo alejado, el Molino de Collioure. Si vais con tiempo (nosotros hicimos más bien una visita corta), se pueden visitar.

Cuando te vas acercando al mar, con sus barquitos de colores, todo lo domina el Château Royal (Castillo Real), una fortaleza que en tiempos de los Reyes de Mallorca (que también vivieron aquí) protegía Collioure de los ataques de piratas berberiscos. Pegada al mar, una construcción con una torre con cúpula llama la atención: es la iglesia Notre Dame des Anges (Nuestra Señora de los Ángeles).

Más allá, en una roca en el mar, la Ermita de San Vicente, del siglo IV y donde dicen que ese santo sufrió martirio.

Las calles de Collioure son alegres y coloristas; había mercado el día que estuvimos, lo que lo hacía todo aún más típico y atractivo. Tiene también una pequeña playa de aspecto muy agradable; es, en resumen, un sitio tranquilo para pasar unas vacaciones junto al mar.

El Collioure de Machado

Caminando, nos encontramos de pronto en la calle Antonio Machado y al lado vimos la pensión Bougnol-Quintana, que hoy se llama Casa FH Quintana. En una de sus fachadas laterales hay una placa que recuerda que allí murió el poeta español Antonio Machado el 22 de febrero de 1939.

En efecto, Machado cruzó la frontera por Perpignan unos días antes, con su madre, Ana Ruiz, su hermano y la mujer de éste. Estaban enfermos de neumonía, la madre estaba algo desorientada, y se alojaron en la habitación 5 de la Pensión Quintana. Su hermano José y su cuñada, en la contigua. Allí murió Antonio Machado ese 22 de febrero y su madre, tres días después.

Cuando José metió su mano en el bolsillo de la chaqueta de su hermano, encontró dos papeles arrugados. En uno de ellos el poeta recordaba a Guiomar, su amor de madurez, cuando estaba destinado en Segovia. En el otro dejó escrito un verso: “Estos días azules y este sol de la infancia”.

Los enterraron allí, en el que hoy es el cementerio viejo, y allí reposan tantos años después. Su tumba, a la entrada, no tiene pérdida. Está cubierta con la bandera española republicana, cubierta de mensajes y flores, de pequeñas piedras.

Hay placas que recuerdan ese último verso escrito por Antonio Machado y esa estrofa premonitoria: «Y cuando llegue el día del último viaje, y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, me encontraréis a bordo, ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos de la mar”.

Dónde está Collioure

Serrat le puso letra a la tragedia de Machado: “murió el poeta lejos de su hogar, le cubre el polvo de un país vecino, al alejarse le oyeron gritar: caminante, no hay camino, se hace camino al andar”. Pues en el sur de Francia, en la ciudad de Collioure, junto al Mediterráneo, donde descansan sus restos. Todos deberíamos hacer alguna vez ese viaje como un homenaje para dejar nuestro reconocimiento a un hombre bueno, en el buen sentido de la palabra.

Fotos de Collioure y la tumba de Antonio Machado

En esta galería de fotos podéis haceros una idea de cómo fue nuestra escapada a Collioure y nuestro homenaje, en familia, al gran poeta Antonio Machado:

Con los chicos estuvimos unos momentos en silencio (sabemos que hay mucha gente que visita su tumba, pero con nosotros no hubo nadie más) y dejamos una nota de recordatorio y admiración. Muchas personas lo hacen, incluso hay un buzón para que la dejes. La Fundación Antonio Machado recoge esos mensajes periódicamente.